En la mayoría de ocasiones, cuando el consumidores saborea un taza de café (1.500 tazas al día) no es consciente de todo el proceso que ha habido detrás para que disfrute de ese momento, por lo que no son conscientes de las implicaciones de sus actos en las decisiones de compra. Muchas veces se informa tanto al torrefactor como al consumidor final del proceso de recogida, en ocasiones perjudicial para el medio ambiente, pero en otras ocasiones con un gran cuidado para salvaguardarlo.
El café se cultiva, en gran medida, en lugares amenazados en temas de ecosistema y biodiversidad. Si en un mismo “paisaje” se cultivan diversos tipos de café, forzando a que el ecosistema actue de una forma directa y rápida, en contra de la naturaleza harán que el ecosistema vaya deteriorándose.
Muchas empresas se preocupan de optimizar sus beneficios a través de l incremento de cultivo, con abundantes cantidades de fertilizantes y pesticidas, bajos salarios para sus trabajadores, y la ausencia de programas de educación y salud para su fuerza laboral. Estas actividades pueden durar durante un corto periodo de tiempo dado a que provocan la perdida de los hábitos ricos en biodiversidad, contaminación del agua, erosión del suelo y la dependencia de agroquímicos, la cual no puede ser costeada por los caficultores de pocos recursos.
En cambio las fincas de café sostenible logran reducir el daño ambiental y a sus trabajadores. Además, contribuyen a la conversación de tierra por el medio de la siembra de las plantas de café.
Desde Coffee Productions, apoyamos el cultivo sostenible para así poder ofrecer el mejor café muchos años más.