¿Te has preguntado alguna vez cómo se produce el café descafeinado? La cafeína es una de las propiedades más características del café. Y es que, si la sociedad consume esta bebida, no es solo por su agradable aroma, también lo hace por sus propiedades estimulantes.
No obstante, hay veces que, bien por necesidades que obedecen a la salud o bien porque queremos disfrutar de un agradable café sin que este nos altere, recurrimos a la modalidad descafeinada.
No existe ninguna variedad de café que no posea cafeína entre sus elementos naturales. Por tanto, la extracción de cafeína se lleva a cabo después de haber recolectado las cerezas de café y haberlas secado y despulpado. Es entonces cuando los granos están listos para el proceso de descafeinado.
En función de la organización que se encargue de este proceso, se emplearán unos métodos u otros. El más natural pasa por el uso de agua, dado que la cafeína es soluble en contacto con ella. Para ello, el grano es puesto en contacto con agua caliente para que se desprenda la cafeína del grano. De esta forma se elimina la cafeína y se procede a la evaporación del agua, usando para ello corrientes de aire caliente.
También pueden ejecutarse otros métodos a través de químicos como el acetato de etilo o el cloruro de metileno.
¿Cuándo descafeinamos el café eliminamos el 100% de la cafeína? La respuesta es no. Teniendo en cuenta que el café posee entre el 3 y el 5% de cafeína, siempre en función de la variedad del grano, cuando lo descafeinamos lo dejamos en apenas un 0’3%. La cantidad es mínima, pero, aun así, existe cafeína dado que se trata de una propiedad fundamental del café.
¿Y tú? ¿Eres de descafeinado o natural?