Aunque durante el verano haga mucho calor, no es motivo para dejar de consumir una de nuestras bebidas preferidas: el café. Es cierto que es más común consumirlo caliente, activa nuestro cuerpo y da comienzo al día, sobre todo en invierno. Sin embargo, el café y el verano no deben ir separados, los verdaderos amantes del café disfrutan de su sabor en cualquier época del año, este caliente o frio, con espuma o con hielo, es imprescindible tomarse una buena taza de café.
Existen muchas variedades de café y muchos productos refrescantes con los que podemos combinarlo, desde una horchata o un helado hasta un granizado de café. El sabor de un buen café es lo más importante, sí que es cierto que en verano buscamos escapar de ese calor tan agobiante y nuestro paladar nos pide algo refrescante, por eso, recomendamos algunas bebidas de café más frías, como el café frappé, el bombón helado, el smoothie de café, el tradicional café del tiempo o un café con leche a temperatura ambiente.
El calor extremo no es una razón de peso para dejar de consumir esta bebida, el placer de un café recién hecho no entiende de temperaturas, es un sabor y una sensación indescriptible. A pesar de esto, el consumo de un café caliente en verano no tiene porqué causarte una mayor sensación de calor, al contrario, al consumir una bebida caliente, el organismo se autorregula bajando la temperatura corporal. Del mismo modo, a diferencia que otras bebidas, el café no deshidrata, algo que debemos tener muy en cuenta en verano.
Puede que no seamos muy propensos a consumir café caliente en verano, por esa razón, siempre tenemos alternativas para tomarlo más fresquito. Es lo bueno que tiene el café, lo tomes como lo tomes, no perderá ese sabor tan irresistible.