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Cómo identificar el mejor café

Seguro que conoces a ese típico conocido “experto” en todo tipo de maridajes. Ya sea a la hora de probar un vino, de catar una cerveza o incluso de saborear un café. Conoce cada sabor, cada textura, cada aroma. O, al menos, dice conocerlo.

Nosotros, como empresa enfocada a la producción y distribución de café, sí conocemos las principales claves para saber identificar un buen café. ¿Eres un consumidor curioso? Conviértete en todo un experto teniendo en cuenta estos consejos:

  1. Color

Lo primero en lo que deberás poner el foco es su color. Piensa que cuanto más negro sea, más tostado habrá estado el grano, mientras que un color más claro significa un tiempo de tueste mucho menor. Ten en cuenta que deberás elegir un grado medio, ni poco tostado ni casi quemado. De esta forma obtendrás el mejor de los sabores.

  1. Aroma

En una bebida como el café, tan importante es el sabor como el aroma. ¿Qué notas olfativas identifican a un buen café? Los olores a tierra, madera o carbón. Algunos incluso destacan aromas a caucho, goma e incluso ceniza.

  1. Sabor

Sí, color y aroma son aspectos importantes, pero vayamos al punto más importante: el sabor. Aunque todos concebimos el café como una bebida amarga, lo cierto es que un buen café debe poseer un equilibrio entre sabores dulces y amargos. De hecho, se considera que el buen café no necesita azúcar, aunque para gustos sabores.

  1. Tueste

La fecha de tueste indica el grado de “frescura” que tiene el café. Piensa en algo similar a la fecha de caducidad, cuanto menos tiempo lleve tostado en mejores condiciones se encontrará.

  1. Recipiente

Por último y no menos importante, el tipo de recipiente en el que se sirve el café también es relevante. Los expertos coinciden en que la taza cónica es el más idóneo dado que la bebida se desliza por sus paredes.

No, el café no engorda

Siendo una de las bebidas que con mayor frecuencia se consumen, no es de extrañar que nos preguntemos si el café engorda. Hoy en día, el estado físico es una de las mayores preocupaciones de las personas, por lo que conocer el aporte calórico de los productos más consumidos se ha convertido en una información muy importante.

Respecto al café, tenemos que decir que, en sí, esta bebida estimulante no contiene una gran cantidad de calorías. Para preparar una taza café espresso se necesitan alrededor de 30 gramos de café, de los cuales solo contienen 2Kcal, una cantidad muy baja, para la cantidad de beneficios que aporta a la salud.

Entonces, si el café tiene tan pocas calorías, ¿por qué se genera tal debate? La respuesta es muy simple, el aporte calórico del café es muy bajo cuando lo consumimos solo, en el momento de añadirle ingredientes, las calorías se multiplican. Una taza de café solo con azúcar contiene 22Kcal, si le añadimos un poco de leche, convirtiéndolo en un cortado, alcanza ya las 50Kcal. En función de lo que añadamos a la taza de café, las cantidades calóricas aumentan demasiado y aunque esto depende de gustos, debemos tener en cuenta los ingredientes que añadimos, la nata, el chocolate o los licores, pueden disparar más todavía el aporte calórico.

Aunque una taza de café diaria no vaya a influir en exceso en nuestra línea, debemos ser precavidos, especialmente si consumimos entre 2 y 3 tazas diarias. Los productos que se añaden habitualmente al café suelen ser azucarados, por lo que hay que ser conscientes de aquello que estamos consumiendo. Anteponer la leche desnatada a la entera o el azúcar moreno al blanco, puede ser una de las soluciones.

Despejadas las dudas, podemos asegurar que el café no es una bebida calórica, siempre y cuando no sea adulterado por complementos externos.